Entre mujeres podemos despedazarnos pero jamás nos haremos daño, es el título de una obra de teatro que pudiera reflejar la lucha interna que se vive al interior del PRI, entre las líderes más representativas de este partido político: una de ellas es la ex senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo y la otra es la ex presidenta municipal Diana Armenta.
Al parecer esta batalla inició el día en el que la ahora ex candidata a presidenta municipal decidió externar sus sentimientos y decir que no pensaba participar en la campaña electoral que empezará el 4 de abril y que terminará con las votaciones del 6 de junio y sus razones debe tener.
Sin embargo lo que se comenta en los corrillos del PRI es que ahora que le han pedido que deje atrás el resentimiento y se reincorpore a las actividades de proselitismo, Diana ha dicho que podría aceptar regresar, siempre y cuando le permitan designar a la candidata a síndica procuradora en la Alianza PRI-PAN-PRD, espacio que podría ofrecerle a la maestra Trinidad Armenta cuya llega al Organismo Municipal de Mujeres del PRI fue a propuesta de la ex alcaldesa.
Lo extraño del caso es que hasta lo que se sabe, esta posición. La de síndico procuradora ha sido negociada para la diputada local con licencia, la lic. Mónica López Hernández, cuya participación en política se ha dado gracias a los lazos de amistad que ella tiene con la lic. Diva Gastélum, aclaro, además de su preparación y capacidad política que ha demostrado.
Otros de los motivos por los que Diana Armenta estaría resentida con Diva, es porque al parecer la ex senadora habría orquestado una campaña para que menos gente fuera a la manifestación que se hizo en el PRI en apoyo a la originaria de Miguel Alemán.
Pero al margen de quien tiene la razón o de quién ganará una lucha intestina, lo que queda claro es que la operación cicatriz no ha funcionado del todo y que seguramente lo que está ocurriendo con la designación y cambio de candidatos dejará un reacomodo en los grupos que controlan el tricolor.
Cuestión de tiempo para saber cómo termina esta historia, en la que, al igual que en la obra de teatro hay marcados lazos de amistad que en estos momentos se ven interferidos por ambiciones personales e intriga.